Nox intempesta
Entre penumbras noctámbulas
entre pasturas de tela, allá ibas,
y en el arrobamiento del vigiliae
en la noche, no temía. Lamia.
Tu espalda. El darme la espalda
no me dolió como en otras ocasiones
al contrario, hacia encaminarme
a ella, la veía reflejar el leve
filtro de luz que me persuadía
a admirarla, palmearla, tenderme
en ella, y saborear mi nox intempesta
a placer. Ahí con vos sin voz,
solo el simple silencio de la
luz tenue, tu cuerpo, la silueta
como una montaña ante la luz
estelar, ¡brillabas! y tu tal vez
soñando con luz, deslumbrada,
y yo con mi sonrisa, con mis manos
sobre ti, un abrazo, mega abrazo,
era yo y tu, un leve movimiento;
por que aun en tu letargo de ensueño
respondías a mi tacto con un sutil
movimiento de placer (pienso yo)
o tal vez era el instinto a lo externo,
pero eso externo era yo, y con esa
conceptualización podía dormir
tranquilo. En paz y contigo.
-* * *
¡Musica maestro, musica!
No soy proxeneta de la música,
ni matizare mis intenciones
para ponerle un código de barras,
No la entregare al postor, ni al
impostor oyente que no comprende,
no pienso cubrirme con sus notas
solo para definir mi ego tortuoso,
sino para trasmitir lo que pudiera
ser mi visión melómana de la vida.
No quiero darte sones vacíos y
palabras rebuscadas, sino dones
de estío y reflujos de mi alma.
Entiéndelo bien, a la sinceridad no
se le abocan piastras ni se le
desdeñan virtudes de ese modo,
La música se tiene que ir, a como
sale, a su modo, llegar al que deba
llegar, con una mueca en su alma,
será como en pronto pago por haber
aprendido a guiar nuestros
propios sentires.
* * *
Es interesante, de cómo cambia de repente
el sentir del viento, el silencio de los gritos,
las pausas del ajetreo. Como repelente, con
la paciencia de un cuentagotas se va arrinconando
el gazapo (tómese como error gramatical, o como
la inocencia de conejillo) Si. El acomodo mediático
ese que siempre ha de llegar, no era un rincón,
bueno, era algo mejor que eso, era rincón cuando
debía ser rincón, era páramo cuando debíamos
ser enamorados, y era panteón cuando me sentía
un dios, pero de esos dioses callados, de esos que
no se confabulan ni se entrometen, de esos que
son silencio y sudor, caricias y susurros, si, lo era
cuando debía serlo, lo fui, y no hay tiempo para
arrepentimientos por que aun seguimos en la ruta.
Pero, sigue siendo interesante, afortunadamente,
para bien o para mal, sigue siendo interesante.
Interés de antes.
* * *
Yo te conozco y te he sentido, más que en palabras
mas en motivos, ya a pesar de todo, ya a pesar de nada
aquí estas dentro, puede que en un rincón, o en todo el
esplendor escarlata de mi pecho, pero ahí estas, y no
hay necesidad de moverte, me dicen y me dirán que si
eso es todo lo que veo en ti, ¿habrá más necesidad?
si en vista de rayos equis modulados a nuestra amistad
he visto lo que debo mirar, no hay mas necesidad de querer
explorar eso que te toco mostrar, muy a tu pesar, y tal vez
muy al mío, veo veo que vez, pues lo que todos no pueden
ver: la fragilidad de la piedra, donde todos quieren encontrar
el hueco o la fisura que la haga derrumbar
* * *
Mírate, el espejo si miente,
uno mismo se dice la verdad,
¿Confiar en un montón de arena arrejuntada?
vaya conflicto, si en palabras bonitas
y genuflexiones genuinas se nos han engañado.
Así que mejor, saldríamos a caminar,
o a reírnos de una nube en forma de otra nube más grande
como queriéndola imitar, o a reírnos de nosotros
que nos queremos imitar porque tal vez
somos parecidos y eso sería como el doble
exponencial de uno mismo. Si, ese mismo, al que el espejo
le miente y que ni las caminatas, ni las nubes copycats
lograran engañar, ya no mas amiga,
porque la perspicacia para descubrir los engaños
hace mucho tiempo que dejo de sorprendernos,
el encontrar las falsedades ya no nos horrorizan,
o al menos nos han hecho buenos actores dramáticos
al fingir horrorizados sus mentiras, así que, no finjas
que te gustara este escrito, lo sabré si nos mentimos.
* * *
Mis sentidos…muy sentido.
¿Donde estas cuando no te necesito?
¿Cuando te necesito si aquí estas?
Te vi llegar, tal vez perdida…pero ahí estabas.
Entraste con una brisa en conjunto.
fue un marco afable donde confirme de nuevo
la existencia de algún sentido, de los cinco
que solía tener.
Te olí, gracias al viento nocturno, de ahí mí
arrobamiento. Luego, aquí moraste, por un
tiempo, que fue largo y corto. Largo para
acercarme a ti, y corto para tenerte.
Aun así los sentidos se fueron presentando,
mi vista en deleite te preservo, de arriba abajo.
Mis oídos estaban atentos hasta en el respirar,
en esa tu voz, (no de ángel, jamás he escuchado
a alguno) sino reconfortante, suave, entre
susurros, cobijados por una penumbra respetuosa
y una temperatura mejor. Así, después de un rato
llego el tacto, ahí si, pequeño me pareció tu cuerpo,
que recorrí con respeto mil y una vez, ¿todo para mi?
pero los dos gozábamos, mis manos fueron pequeñas,
solo muñones a comparación con ese físico, que ahí
mismo se hizo etéreo. Así fue, así sentí, mis sentidos.
Luego, después de un par de suspiros, te vi partir. Ahora tal vez
un poco encontrada contigo misma.
Todos mios y de ustedes.
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