A mi pluma.
Mi pluma cada vez tiembla mas
fuerte.
Justo para construir mi propio
sismógrafo casero y personal.
Trate de dibujar un ente
alegre y no pude mas que hacer una
sombra difusa de alguna fotografía
decimonónica.
No me quedo mal. Pero esa no
era la idea. Aun así, quiero escribir.
Y lo corto se me hace largo.
Las pocas palabras que me se
ya no bastan para preguntarme
lo que ignoro. Ni siquiera para
describir como me veo a mi
mismo. Algo mas complejo que
lo que veo de fuera. Mi pluma
cada vez vacila mas fuerte.
Harta de mi o de lo que soy
tal vez. No lo se.
¿Morir?
El miedo al vivir físico para siempre.
El miedo a no morir.
Por que el tiempo pone cada cual
en su lugar.
Y puede que después yo sea la sombra
y mi
sombra sea lo que antes fui.
El miedo a la muerte es, el
miedo a no conocer
suficiente. A no haber sabido
a que sabe el mundo.
Las cosas que se quieren hacer
en vida
solo se recuerdan cuando esta
se esta yendo.
Idiotas a los que le pasara
esto. Malditos
los que se quedaran a medias. Pero
a la vez
benditos por haberlas buscado.
El temor a la muerte se pierde
entre los libros,
entre los héroes. Entre los
datos.
La hermosura de rededor vista
tal cual es
nos da un toque compinche
junto a el.
Las letras leídas estarán en
vela en el lecho
ultimo de nuestra existencia.
Recorreremos
sus renglones, su olor
inconfundible a
degradación biológica y fantasía
esporádica.
Con sonrisa, bailaran frente a
nosotros.
En flash el peso y hecho de
las sensaciones
sentados con un libro en mano recorrerán
cada rescoldo del ser.
Moriremos, si. Solos
jamás.
Ah, el humano.
Sentado, mirando hacia atrás.
Desnudos y con miedo a la verdad.
Sublimes en las muestras de razón.
Afables en los instintos de superación.
Modestos ante el verdadero
vivir. Soberbios cuando se trata de
humildad.
Ecuánimes al deber de mentir. Vacíos
cuando se quiere soñar.
Graciosos cuando se quieren
imponer. Banales cuando quieren hacer reír.
Descuadrado el ser superior
que se dice el mas especial. Nadie lo dice, mas que solo el. Y así, se quedara.
En concilio y justicia no tendría nada
que hacer. Ya que el mundo es
para el que sea uno con el. No con aquel que lo quiera gobernar.
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