martes, 28 de mayo de 2019

De todo, todo...


Oda a la gula


Oda a la gula que es nula ante la mesura.
mesura que no aporta y más veces que menos quita.
Es esa gula que nos embroma en atacarnos de todo lo que
nos place, sea alimento, veneno, amor o universo.

Oda a la gula que nos hace sentir como si no hubiera mañana
¿y si realmente no lo hubiera?
que nos aboca a atragantarnos de futuro
(como si no hubiera un pasado)

Que nos insta siempre a buscar el bocado,
ahí dónde tal vez no se encuentra.
Pero que nos tiene alerta con un fin
justificado.

Es esa gula que nunca cesa
una gula de caminos y veredas.
De hedonismos epicúreos,
de bocadillos ataráxicos
de momentos de una ausente llenadera.

Es por eso que he hecho una oda a la gula
entre el almuerzo y la cena.





Gula a la oda

Gula a la oda, para que nunca se acabe.
para que entre laureados bitores se escuchen
mas fuertes las risas que los rencores.
Más potentes las albricias sinceras y comentarios
afables que los rumores.

Gula a la oda. Para celebrar que aún nos jode
la realidad. Que aun somos sensibles y con
un friego de hambre.
Que estamos dispuestos a comernos completo
al mundo porque tal vez regurgitado luzca mucho
mejor.

Gula a la oda, gula de holas. De abrazos
y bienvenidas. Gula de odas, de todos y todas
para todos y todas.

Que todos tomemos algo con qué escribir
y hagamos el poema más largo de la historia.
Uno donde la oda lleve odio, amor, rencor, coraje,
virtud, alegría y todo lo que compone a la humanidad
misma.
Porque una oda es humana, y la humanidad es una oda
en el universo.
Ahora imaginemos una gula de odas y será la
humanidad en potencia.

Es por eso que me gusta la gula a la oda.






Yo soy un híbrido


Yo soy un híbrido
tengo lágrimas de los momentos más tristes junto con las de la risa a carcajadas
cicatrices de dolor con la de los juegos de la infancia
una carcasa dura ante el embate de lo real que cubre una sensibilidad de inocencia
animal
pasos contrariados que se topan en un cruce —pero siempre en movimiento
manos duras, como yunques que podrían pasear cual seda sobre el ritmo de tu piel
una valentía atroz y un terror maravillado ante un mundo ora amable ora fatal
tengo palabras con juramentos imperiosos contra una injusticia general a la vez que dulces sonetos para la más noble insignificancia
tengo tantos lados como un cubo…
y una sombra que conjuga el brillo del sol con la más profunda oscuridad
soy el punto de entrecruce, de una convergencia sideral, de toda una historia que ha traspasado
por mí, eso soy
un híbrido entre mente y corazón.







Una gran suma

Un gran estruendo que nadie escuchó más una espaciotemporalidad sin nombre
—más
un cúmulo atrayente bailando en círculos y la entropía presentando su trabajo
—Sumémosle
la materia y la materia oscura jugueteando entre sí a velocidad constante (aún)
—más
Unas volutas de elementos muy galácticos buscando tocar tierra
—agregamos
una gran esfera imperfecta muy caliente que poco a poco se ha de enfriar
—más
grandes vapores y unas gotitas de agua naciendo sin cesar
—más
algo firme al tacto, superficie dónde la vida por fin querrá echar raíces
—le sumamos
una rotación que enfría y a la vez permite hacer conteo de los días
—más
miles de millones de años con agua, sal, oxigeno, brisa, un sol tibio y muchas ganas de seguir
—más
unos seres bípedos, asustados pero firmes
—más
ojos muy abiertos, lenguas ya más sueltas, manos muy callosas
—más
hambre, frio, terror, pero también risas, afecto, emociones…amor
—más
avance, retroceso, avance, avance, retroceso, unos a la par, otros se rezagan
—más
sigue un caminar muy lento
—le sumamos al último
alguien pensando en el primer gran estruendo y comprendemos un poco lo que somos
toda esta suma ha dado como resultado:

a ver, sacamos cuentas…listo:

yo aquí parado haciendo un leve recuento mientras ustedes me han leído.




Tito Rosales

Obra: Duelo sempiterno, óleo y pluma. Autor: Tito Rosales






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