Oda a la gula
Oda a la gula
que es nula ante la mesura.
mesura que no
aporta y más veces que menos quita.
Es esa gula
que nos embroma en atacarnos de todo lo que
nos place, sea
alimento, veneno, amor o universo.
Oda a la gula
que nos hace sentir como si no hubiera mañana
¿y si
realmente no lo hubiera?
que nos aboca
a atragantarnos de futuro
(como si no
hubiera un pasado)
Que nos insta
siempre a buscar el bocado,
ahí dónde tal
vez no se encuentra.
Pero que nos
tiene alerta con un fin
justificado.
Es esa gula
que nunca cesa
una gula de
caminos y veredas.
De hedonismos
epicúreos,
de bocadillos
ataráxicos
de momentos de
una ausente llenadera.
Es por eso que
he hecho una oda a la gula
entre el
almuerzo y la cena.
Gula a la oda
Gula a la oda,
para que nunca se acabe.
para que entre
laureados bitores se escuchen
mas fuertes
las risas que los rencores.
Más potentes
las albricias sinceras y comentarios
afables que
los rumores.
Gula a la oda.
Para celebrar que aún nos jode
la realidad.
Que aun somos sensibles y con
un friego de
hambre.
Que estamos
dispuestos a comernos completo
al mundo
porque tal vez regurgitado luzca mucho
mejor.
Gula a la oda,
gula de holas. De abrazos
y bienvenidas.
Gula de odas, de todos y todas
para todos y
todas.
Que todos
tomemos algo con qué escribir
y hagamos el
poema más largo de la historia.
Uno donde la
oda lleve odio, amor, rencor, coraje,
virtud,
alegría y todo lo que compone a la humanidad
misma.
Porque una oda
es humana, y la humanidad es una oda
en el
universo.
Ahora
imaginemos una gula de odas y será la
humanidad en
potencia.
Es por eso que
me gusta la gula a la oda.
Yo soy un
híbrido
Yo soy un híbrido
tengo lágrimas de los
momentos más tristes junto con las de la risa a carcajadas
cicatrices de dolor con
la de los juegos de la infancia
una carcasa dura ante
el embate de lo real que cubre una sensibilidad de inocencia
animal
pasos contrariados que
se topan en un cruce —pero siempre en movimiento —
manos duras, como
yunques que podrían pasear cual seda sobre el ritmo de tu piel
una valentía atroz y un
terror maravillado ante un mundo ora amable ora fatal
tengo palabras con
juramentos imperiosos contra una injusticia general a la vez que dulces sonetos
para la más noble insignificancia
tengo tantos lados como
un cubo…
y una sombra que
conjuga el brillo del sol con la más profunda oscuridad
soy el punto de
entrecruce, de una convergencia sideral, de toda una historia que ha traspasado
por mí, eso soy
un híbrido entre mente
y corazón.
Una gran suma
Un gran
estruendo que nadie escuchó más una espaciotemporalidad sin nombre
—más
—
un cúmulo
atrayente bailando en círculos y la entropía presentando su trabajo
—Sumémosle
—
la materia
y la materia oscura jugueteando entre sí a velocidad constante (aún)
—más
—
Unas
volutas de elementos muy galácticos buscando tocar tierra
—agregamos
—
una gran
esfera imperfecta muy caliente que poco a poco se ha de enfriar
—más
—
grandes
vapores y unas gotitas de agua naciendo sin cesar
—más
—
algo
firme al tacto, superficie dónde la vida por fin querrá echar raíces
—le
sumamos —
una
rotación que enfría y a la vez permite hacer conteo de los días
—más
—
miles de
millones de años con agua, sal, oxigeno, brisa, un sol tibio y muchas ganas de
seguir
—más
—
unos
seres bípedos, asustados pero firmes
—más
—
ojos muy
abiertos, lenguas ya más sueltas, manos muy callosas
—más
—
hambre,
frio, terror, pero también risas, afecto, emociones…amor
—más
—
avance,
retroceso, avance, avance, retroceso, unos a la par, otros se rezagan
—más
—
sigue un
caminar muy lento
—le
sumamos al último —
alguien
pensando en el primer gran estruendo y comprendemos un poco lo que somos
toda esta
suma ha dado como resultado:
a ver,
sacamos cuentas…listo:
yo aquí
parado haciendo un leve recuento mientras ustedes me han leído.
Tito Rosales
Obra: Duelo sempiterno, óleo y pluma. Autor: Tito Rosales |
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