martes, 28 de mayo de 2019

Sin título por hoy


Luna


Perfecto tu rostro, para hacer contraste en la penumbra.
Que una luz sublime pero efectiva se cuele entre las cortinas
y que en tu faz refleje el rayo como la luna.
Como en un Film Noir, femme fatale, casi escuchando los pasos
de Bogard fuera de la habitación.
Y en tus ojos, como ventanas, relumbre el reflejo de mi propio ser,
y tus perfectas cejas, hagan gran juego con tus emociones y así entre
aquellas penumbras saber qué te gusta o qué no.
Fuera de ti —pues sólo eres el rostro— tu cuerpo mimetizado
con la oscuridad se vuelve infinito, y mis brazos a dónde quiera
que vayan te pueden abrazar.
Me siento seguro. Me siento en ti.



Autocorrector

Quería mandar el mensaje
el autocorrector autocorregía.
Quería escribir que le extrañaba
y el aparato ponía extravía.
Deseaba poner que le amaba,
y salía mentira.
Escribía que le quería, y
salía mentía.
Anhelaba armarse un poema,
donde escribía palabras como
eternidad, besos, caricias, calor
y se autocorregía con temeridad,
celos, carencias y temor.
Escribió voy para allá y
se envió no hay más allá.
Al final cansado puso solo amor,
y el aparato envió au revoir.


Curioso

Camino para atrás mirando hacia adelante
en un cíclico lineamiento.
Me he detenido más a ver una piedra inherte
que lo que muestran tras un aparador.
Y es que aunque las luces de neón son bonitas
la clorofila es magia cuando esta en acción.
Así que a cada paso de estación a estación
me he distraido tanto que el llegar se me olvidó.

Se me olvidó
Porqué el caso es andar.

Hago de un suspiro un vendaval
de la risa un megáfono del alma.
Y aunque no todos puedan ver el alba
estaré aquí para contarles cómo es.
Me han dicho que no todos comparten soñar
o tan solo son un espectador,
me lo tomo con humor
tarde o tempran olvidaran reptar.
¡Y a volar!


Entre el gentío

Desesperadamente en parsimonia
espero tus pasos delante de mí.
Te miro entre la gente y caminas
despacio sin deber a nadie tu existir.
Y yo desde gayola expectante, con temor
a tocar y traspasar 
Esa aura autogestiva que activa mi admiración
hacía tí.

Y yo, soy un simple extra de fondo.
que no consiguio el gran papel.
Y tu, brillas con luz propia 
como actriz de gran cartel
Y yo, solo me conformo con seguir
tus pasos con mirada fiel
y tu, que te vas inmiscuyuendo
entre el gentío aquel, el gentío aquel
Y yo, en sentido opuesto, me llevo
el recuerdo de un encuentro donde 
sólo uno sonrió.

Y nada ha pasado ahí,
he nadado entre letargo y frenesí.
Que poder emana, de alguien que
ni siquiera da cuenta de mi existir.



Tito Rosales



Obra: Amigos, óleo y tinta. Autor: Tito Rosales




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