Luna
Perfecto tu
rostro, para hacer contraste en la penumbra.
Que una luz
sublime pero efectiva se cuele entre las cortinas
y que en tu
faz refleje el rayo como la luna.
Como en un
Film Noir, femme fatale, casi escuchando los pasos
de Bogard
fuera de la habitación.
Y en tus ojos,
como ventanas, relumbre el reflejo de mi propio ser,
y tus
perfectas cejas, hagan gran juego con tus emociones y así entre
aquellas
penumbras saber qué te gusta o qué no.
Fuera de ti —pues
sólo eres el rostro— tu cuerpo mimetizado
con la
oscuridad se vuelve infinito, y mis brazos a dónde quiera
que vayan te
pueden abrazar.
Me siento
seguro. Me siento en ti.
Autocorrector
Quería mandar el mensaje
el autocorrector autocorregía.
Quería escribir que le extrañaba
y el aparato ponía extravía.
Deseaba poner que le amaba,
y salía mentira.
Escribía que le quería, y
salía mentía.
Anhelaba armarse un poema,
donde escribía palabras como
eternidad, besos, caricias,
calor
y se autocorregía con temeridad,
celos, carencias y temor.
Escribió voy para allá y
se envió no hay más allá.
Al final cansado puso solo amor,
y el aparato envió au revoir.
Curioso
Camino para atrás mirando hacia adelante
en un cíclico lineamiento.
Me he detenido más a ver una piedra inherte
que lo que muestran tras un aparador.
Y es que aunque las luces de neón son bonitas
la clorofila es magia cuando esta en acción.
Así que a cada paso de estación a estación
me he distraido tanto que el llegar se me olvidó.
Se me olvidó
Porqué el caso es andar.
Hago de un suspiro un vendaval
de la risa un megáfono del alma.
Y aunque no todos puedan ver el alba
estaré aquí para contarles cómo es.
Me han dicho que no todos comparten soñar
o tan solo son un espectador,
me lo tomo con humor
tarde o tempran olvidaran reptar.
¡Y a volar!
Entre el gentío
Desesperadamente en parsimonia
espero tus pasos delante de mí.
Te miro entre la gente y caminas
despacio sin deber a nadie tu existir.
Y yo desde gayola expectante, con temor
a tocar y traspasar
Esa aura autogestiva que activa mi admiración
hacía tí.
Y yo, soy un simple extra de fondo.
que no consiguio el gran papel.
Y tu, brillas con luz propia
como actriz de gran cartel
Y yo, solo me conformo con seguir
tus pasos con mirada fiel
y tu, que te vas inmiscuyuendo
entre el gentío aquel, el gentío aquel
Y yo, en sentido opuesto, me llevo
el recuerdo de un encuentro donde
sólo uno sonrió.
Y nada ha pasado ahí,
he nadado entre letargo y frenesí.
Que poder emana, de alguien que
ni siquiera da cuenta de mi existir.
Tito Rosales
Obra: Amigos, óleo y tinta. Autor: Tito Rosales |
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