lunes, 2 de enero de 2012

Nuevo año, mismo sol

¿Ser o someter?

No podría ver cuadro más bohemio,

que hasta en la ropa me trasfigure,

siento derepente extrañeza y alivio.

extrañeza por que eso de ser bohemio

me da una sensación de ataúd, de estar

entrando en un claustro de moderada

envergadura, si, eso de la intelectualidad

nunca ha ido con mi esencia (quiero creer)

y mejor (aunque se escuche muy intelectuado)

me pierdo en conceptualizaciones y yuxtaposiciones,

de términos, de palabras, galimatías gramaticales

inverosímiles, a veces hasta inventando palabras

o peor aun, haciendo sincretismos entre la ignorancia

y la lucidez hago mi propio mundo de definiciones

y conceptos. Ya lo decía Unamuno: no pueden matarte

en tu propio mundo. Esa es la parte que me da extrañeza

y confort, la otra cara es la de la sensación de alivio. Si, al ver

a tanto esforzado por ahí, entre libros y cafés, entre

semestres y maestros, sofistas, sofiestas de debates,

declives, discrepancias, arrogancia, soberbia y ultraje.

Si, esos bohemios creados por programas escolares, por

tareas con buenas notas, con libros leídos a la fuerza. Y no

es que sea malo, eso ya trasciende mas allá, simplemente

que al querer esforzarse por ser algo, y peor aun, simplemente

para sobresalir, encajar, cuadricular se deja una esencia.

Y si es que la pueden tener, y yo, aquí estoy igual, entrometiéndome

en un plano que tal vez jamás pueda entender: el del ser y el someter.

Y mientras tanto mi cuadro bohemio se sigue desarrollando, Cannonball Adderley

no ha dejado de tocar, mi café sigue caliente, y

mi tristeza ahí esta recostada en la cama.


* * *


Sonrisa que da alas

De repente podría empezar a contar

todos tus dientes

cuando me muestras esa tu sonrisa,

y es que se queda

impregnada tanto en la memoria que no seria problema el

recordar cada detalle de esa gesticulación…

Esa tu sonrisa que envuelve tanto halo, que por si sola

pareciera decir todo y a veces nada, pero que ahí esta.

Y no se ira, no mientras escriba esto,

por que ya llevo en mi conteo ocho incisivos,

un par de caninos, algunos molares, premolares

y tal vez alguna del juicio. Que de eso haces

que pierda un poco cuando me enseñas

la sonrisa. Ahí mostrados como perlas

entre terciopelo, ese terciopelo que son

tus labios, y que hace que vacile entre mirar

o contar, casi tentar y huir. Sigue sonriendo.

pinta tu cara, aclara mi vista. Sigue siendo…

sobrenatural.


* * *

Por qué te ríes como santa Claus?

¿Por qué tus sienes se dilatan al verme aparecer?

¿Por qué tengo que preguntar? si realmente no siento

un interés genuino por las respuestas. Bueno pues,

de que vamos, si ya empezamos a escribir, si ya

terminamos de formular y si ya formulamos el comienzo,

por ahí dicen “va de nuevo y de raíz”, pero por ahí siempre

dicen muchas cosas, y a veces lo mucho me atosiga, me insta

a quedarme en pausa, como en exhibición de un museo,

como hipnóticos pasos de zapatos de tacón cubano en un pasillo

de duela hueca, con la mano en el mentón y fingiendo que pienso,

(me pongo a pensar que si no pongo mi mano en el mentón no podrán pensar que pienso y si no piensan que pienso yo mismo no podre pensarme que me pienso, y si no pienso no podre pensar en ponerme la mano en el mentón para hacer pensar que pienso) Simple silogismo, fiable deducción, terribles consecuencias, bueno pues, tal vez cogito ergo sum no suena tan descabellado después de todo, tal vez el pensar pueda

llevarme a algún sitio, tal vez el dormir pueda hacer que aclare mis insomnios, y puede que poder, solo sea pensar que se puede.

* * *


¿Cómo se pierde en un juego de besos?

¿Cómo se dejan unos labios así de zarpazo?

Y ¿Cómo explicar luego, como analizar las reglas

y como saborear luego la derrota o la victoria?, al

saber, sentir y hurgar tu sabor dentro de mi?

Con una sonrisa rica, amable y social, con un

penetrante olor a menta, con un olor a muerta,

un olor de muerta la desdicha, y envolverme,

por un instante, por un milenio, por cualesquier

cifra en ti, en mi, en dos, en lo que somos o seremos,

o fuimos, labios: medio de transporte etéreo a ciudad

tranquilidad, ahí, donde el corazón da mas latidos,

da mas bramidos, y gestos, leguas de lenguas, para mi

para ti y para todos, perder o ganar, ganar y amar, halar

y perder, así, como sea, pero contigo y con tus labios



* * *

Estaba a punto de mostrarte de mis cualidades las mas baratas

Las mas cercanas a la realidad, de esas que no te asustan o te crearían nauseas, como un perfume barato o un coctel de vanidad. Urge en mis mangas

buscándome un as, saque mis bolsillos, en mis zapatos, aparte mi ego,

fuera camisa, repare en mi talento, adiós pantalón, recobre mi aliento,

y van las polainas, quede desnudo, con frio pero contento, con tu mirada

tibia me reconforte, con una sonrisa me derretí, tu me viste y te vi, y no

quedo nada que mostrarte, todo te lo di, lo analizaste, sentiste, viviste,

-Así soy yo- te dije-¿Qué te parece? No dijiste nada, te pusiste lo que era

mío, me abrazaste y fundidos fuimos uno mismo, por el tiempo y forma

que fue necesario.



No hay comentarios:

Publicar un comentario